LUCHAMOS X TIERRA SEMILLA TRABAJO

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domingo, 10 de agosto de 2014

Infiltrado MIR: SIFA. Leonardo Alberto Schneider Jordán, alias El Barba o Teniente Velasco

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Leonardo Alberto Schneider Jordán, alias El Barba o Teniente Velasco, que apareció muerto en su domicilio hace pocos días, debía presentarse esta semana a un careo y a un interrogatorio judicial y todo hacía presumir que, por una vez, estaba dispuesto a colaborar con la justicia y entregar toda la enorme y valiosa información que poseía y que podría haber enviado a la cárcel no solo al siniestro jefe de la SIFA, Edgar Ceballos, sino a varios más, entre ellos algunos altos jefes que han pasado piola durante más de 40 años.

Por Redacción de ClariNet

Los antecedentes que maneja ClariNet, de fuentes altamente confiables, indican que El Barba fue asesinado para impedir que hablara y toda la enorme confusión creada por la policía y trasmitida por la prensa, incluso la “alternativa”, es parte de un montaje absolutamente planificado.
Las primeras informaciones dijeron que lo habían encontrado en su “casa ubicada en la acomodada comuna de Vitacura”, con el cráneo destrozado. Luego la PDI aclaró que hubo una confusión porque había otro muerto, un vecino, que nunca se identificó ni aclaró, que había sido asaltado y asesinado de esta forma, hecho que al parecer habría ocurrido en Vitacura.
Sin embargo Schneider vivía en un departamento en el centro de Santiago, es decir muy lejos del supuesto vecino de Vitacura.
A dos días de su muerte, el Servicio Médico Legal filtró a la prensa una información absurda y contradictoria:
“Muerte de ex mirista que cooperó con la Dina habría sido por causas naturales. Según apreciaciones del SML, no habría participación de terceros en la muerte de Leonardo Schneider.
La autopsia que ayer realizaron peritos del Servicio Médico Legal (SML) descartaría la participación de terceros en la muerte de Leonardo Alberto Schneider Jordán. El martes, el hombre de 61 años fue encontrado sin vida, en su casa de Vitacura.
Fuentes del SML aseguraron que una de las causas probables de su fallecimiento sería un infarto cerebral que le habría causado una hemorragia. Hasta ayer, según fuentes de la institución, los restos del colaborador del régimen militar no habían sido retirados por sus familiares…”
Todo en condicional. Y luego el silencio total, nunca más se supo del caso, no por parte del SML ni de la PDI, ni de la fiscalía que debía investigar el caso.
Médicos forenses consultados por ClariNet indicaron que ese primer diagnóstico del SML es extraordinariamente extraño. Normalmente, es decir en la casi totalidad de los casos, un derrame cerebral no causa una hemorragia externa.
Para nadie es un misterio, acá en Chile y en el ancho mundo, que los servicios secretos poseen técnicas, drogas, para causar “muertes sin participación de terceros” y que sólo podrán ser detectadas por análisis mucho más rigurosos y profundos que ese comunicado preliminar del SML indica.
Un hijo de Schneider llegó al país desde Israel y tendría que ser él quien presionara por una investigación profunda y seria de las reales causas de su muerte, exigiendo peritajes incluso internacionales que esclarezcan la verdad.
Derrumbados los montajes y la falsedades de las primeras informaciones entregadas por la policía, desmentidas absolutamente por quien compartía el departamento donde fue encontrado muerto, y quien lo encontró ahí, Carlos Contreras, se hace absolutamente necesario que la justicia tome reales cartas en el asunto y aclare esta maraña que parece ser mucho más siniestra de lo que parece.
Schneider era milico, oficial de la FACH, y fue infiltrado en el MIR años antes del golpe militar, aunque él lo haya negado siempre. Y no fue el único milico infiltrado desde antes, algunos de los cuales incluso llegaron a convertirse en líderes del movimiento. Asunto que está en vías de esclarecerse después de todos estos años.
Es decir, el Barba sabía muchísimo y sus declaraciones ante la justicia podrían haber abierto una caja de pandora que desenmascararía a varios importantes personajes, civiles y uniformados que durante todos estos años han pasado piola.
La reapertura del proceso por el asesinato de José Bordaz, jefe militar del MIR asesinado por la SIFA con directa participación del Barba, ahora en manos del juez Mario Carroza, quien además tiene a su cargo la investigación en Chile del Plan Cóndor, abrió una nueva etapa en la que Schneider podría haber clarificado muchas cosas.
Y no nos olvidemos que el Plan Cóndor tuvo la participación, coordinación y asesoría directa de la CIA norteamericana… Y ellos si saben como eliminar a un personaje como este, sin dejar huellas…
Y otro antecedente para reafirmar la peligrosidad, aun vigente, de la CIA y de los milicos, servicios secretos de todos los países que participaron en la Operación Cóndor, descolgados o jubilados, pero aun operativos.
El fiscal argentino a cargo en ese país de la causa, Miguel Angel Osorio, quien estuvo hace pocos días en Chile en un seminario e incluso se reunió con el juez Carroza, declaró en una entrevista de prensa que evidentemente su misión era altamente peligrosa y que no descartaba la posibilidad de algún tipo de atentado en su contra.
TESTIMONIO DIRECTO
Carmen Gloria Díaz, ex militante del MIR, que fue violada y torturada en la Academia de Guerra Aerea (AGA) por el Barba y sus secuaces, nos cuenta:
Como siempre miente y no asume sus responsabilidades, el nunca salió de Chile en Diciembre de 1974. Si fue como miembro de la SIFA a Perú y a Paraguay. (Esto a propósito de su última declaración judicial que adjuntamos a continuación).

Yo puse dos querellas; una colectiva de todos los civiles que estuvieron en la AGA en contra de la SIFA el año 2001; aquí se le acusa de tortura y secuestro, pertenecer a la SIFA una Asociación ilícita.

Y otra el año 2009 personal en contra de la SIFA y donde esta como imputado con los mismos cargos de la anterior.

El año 2005 se puso una querella por el homicidio de José Bordas Paz la puso Elvira Coddou su esposa.

El 24 de Septiembre 2012 Beatriz Castedo puso una Querella Criminal contra los que resulten responsables por, secuestro, tortura y asociación ilícita en contra de la SIFA que opero en los recintos de la AGA, esta querella la está viendo el ministro Mario Carroza quien lleva todos los procesos en contra de la AGA y SIFA y que ahora además tiene en sus manos la investigación sobre la Operación Cóndor.

Barba hacia un mes que vivía en Santiago allegado en un departamento ubicado en Tocornal con Santa Isabel.
Estaba sin pega y a mal traer, pensaba que esta vez si que se iba a ir preso. Se tenia que carear conmigo y además estaba la querella de Beatriz Castedo recién interpuesta, la que reabre el caso de Bordas ya que ella es testigo presencial del asesinato de Bordas.

En las condiciones que se encontraba era muy probable que se lograría presionarlo en el careo a que diera mas antecedentes, por ejemplo de Edwin van Yurick quien estaba en la AGA en diciembre de 1974, como también de quienes participaron (todos los agentes de la SIFA) en asesinato de Bordas y secuestro con torturas de Beatriz Castedo.

Carroiza encuentra muy rara su muerte, el piensa que puede ser un suicidio u otra cosa, aun no están los resultados a la vista del Informe del Instituto Médico Legal.

Este es un nuevo caso donde la Justicia al tardar tanto se produce la total impunidad de los agentes de la Dictadura.
Hasta aquí las declaraciones de Carmen Gloria Diaz.

Ultima declaración judicial de Leonardo Schneider

Leonardo Alberto SCHNEIDER JORDAN, chileno, nacido en Santiago, el 22.FEB.1951, soltero, Ingeniero Civil, cédula de Identidad N° 5.521.250-3, domiciliado en Hijuela 48 Sector Carilafquén comuna de Pitrufquén,, quien manifestó:
Para comenzar quiero señalar que ya he declarado en varias oportunidades en diferentes procesos por causas de derechos humanos, vinculadas a la FACH.
Ingresé en el año 1967 al Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), e ingrese al aparato militar del movimiento en el año 1971.
Posterior al 11 de septiembre de 1973, pasé a la clandestinidad, realizando sólo actividades de contactos, hasta que fui detenido en octubre de 1973 en una bodega de mi padre por personal de Carabineros permaneciendo recluido primeramente en Estadio Nacional y luego en la Cárcel Pública hasta marzo o abril de 1974. En el Velódromo fui torturado y golpeado en la espalda quedando con daños en mi columna vertebral hasta el día de hoy. En ese lugar fui interrogado junto a mi hermano Jaime (Barbin) y Oscar Delgado (Aquiles), ambos del aparato militar.
A ser puesto en libertad, y a pesar de tener la posibilidad de salir fuera del país, retomó el contacto con el aparato militar del MIR cumpliendo funciones en la Fuerza Central. En esta ocasión me designan ser el ayudante del Jefe de la Fuerza (Juancho).
Era conocido que posterior al golpe militar, el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea se dedicó sistemáticamente a perseguir a los miembros del MIR, como respuesta al trabajo de infiltración a la Fuerza Aérea.
Es por ello fueron detenidos importantes miembros del MIR, que entregaron a su vez información de carácter operativa al Comandante de la FACH Edgar CEVALLOS, quien aparentemente dirigía las operaciones de represión al movimiento y efectuaba los interrogatorios en la Academia de Guerra Aérea, lo que le permitió tener conocimiento de importante información obtenida de los prisioneros, mediante torturas y apremios, aún cuando, algunas veces la obtuvo en conversaciones donde no existía maltrato físico; de todo esto tomé conocimiento por medio de información que fluía del AGA a Juancho.
Dejo en claro que nunca fui detenido por el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, SIFA, sino que me entregué, ya que en octubre del año 1974, tuve conocimiento que Edgar CEVALLOS había detenido a mis padres, aludiendo que éstos eran "ayudistas" de la organización, y quienes se encontraban recluidos en la Academia de Guerra Aérea, en uno de los departamentos/oficina del segundo piso. CEVALLOS al percatarse de que eran mis padres, me dejó un recado para que me comunicara telefónicamente con él. Ante esta presión decidí llamarlo, manifestándome que tenía dos alternativas, procesar a mis padres como ayudistas y mantenerlos prisioneros todo el tiempo que él determinara, o que me presentara ante él, y frente a la incertidumbre del destino de mi padre que era una persona muy mayor opté por la segunda alternativa.
Mi primera entrevista con el Comandante CEVALLOS la realicé en un punto de contacto a bordo de un vehículo y posteriormente en el recinto del SIFA que correspondía a la Academia de Guerra Aérea, sosteniendo una larga conversación con el Coronel OTAÍZA y una persona de civil, ofreciéndome como acuerdo, corroborar, precisar, y en los casos que fuese necesario enmendar la información que tenían para combatir al MIR, entregar información sobre miembros de la Comisión Política que se encontraban en libertad.
Para tenerme a resguardo fundamentalmente de la DINA, CEVALLOS arrendó una casa en calle Tomás Moro, donde debía recibir a los oficiales de la FACH, entre ellos FUENTES MORRISON quien utilizaba la chapa de "Wally", para recibir instrucciones.
Dentro de la información que entregue hubo planes operacionales, armas y a cuatro militantes.
El apodo que tenía en el MIR era “Barba” y así era conocido por los militantes; mientras que la chapa que me dio la Fuerza Aérea era “Juan Pablo Velasco”.
Antes de que yo colaborara con la SIFA muchos miembros del MIR fueron detenidos y llevados a la Academia de Guerra Aérea.
Aún cuando nunca vi personalmente a Edgar CEVALLOS torturar a esas personas, por conversaciones con él, me formé la convicción de que el principal interrogador de prisioneros del MIR en la Academia de Guerra Aérea era el mismo Cevallos o, a lo menos, centralizaba los procedimientos e información.
Tengo la certeza que en la Academia de Guerra se efectuaban torturas, debido a que en una oportunidad, “El Wally” me llevaron a ver las instalaciones donde ello se producía, observando que se trataba de la sacristía de un antiguo convento, una habitación pequeña casi desprovista de muebles, sin ventanas y con una puerta que daba a una Capilla y otra a un patio de servicio; en su interior pude ver elementos típicos de tortura como magnetos pequeños, un “pau de arara” montado sobre unos caballetes de mediana altura y una serie de trozos de tela.
Finalmente aún cuando colaboré con el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, SIFA, no recibía más información de la necesaria, por lo que no podría señalar cuantos y quienes participaban en las torturas, y que el único apremio ilegítimo que presencie fue el que sufrió Patricio JORQUERA, mientras permanecía hospitalizado en el Hospital de la Fuerza Aérea.
Circunstancia en la que intervine para que pararan, alegando que era un detenido herido. Eran dos individuos de civil, con apariencia de oficiales, no los identifique en su momento, jóvenes; momentos después llego CEVALLOS el que controlo la situación.
Después de la muerte del “Coño Molina” y aún encontrándose detenido mi hermano por la DINA, resolví que la única manera de evitar mas daño al MIR era “quemándome”, lo que consistía en darme a conocer como colaborador de la SIFA, para lo cual, encontrándome vestido con uniforme de la Fuerza Aérea, comencé a ingresar al edificio de la Academia de Guerra Aérea por la puerta principal, permitiendo con ello que los detenidos pudieran verme desde el subterráneo. Tengo certeza que al menos en una ocasión me vio un militante de nombre político Loco Mario y su esposa. Además que en una ocasión hable con un militante recientemente detenido, Parvex o similar, con el cual tuve un dialogo del cual no podían caber dudas sobre mi identidad.
Estuve fuera del país entre diciembre de 1974 y abril o mayo de 1975. A mi regreso, algún alto oficial de la FACH presionó para que mi hermano fuera liberado del campo de prisioneros de Puchuncaví, siendo liberado y cuando aquel se encontraba fuera del país, yo me preparé para hacer lo mismo. Lamentablemente para mí, fui detenido por la DINA, por lo que estuve detenido por espacio de un año y ocho meses en Villa Grimaldi, hasta que decidieron dejarme en libertad.
Respecto a Carmen Gloria DIAZ RODRIGUEZ, puedo señalar que la conocí muy superficialmente cuando estudiante en casa de un militante de apellido BORQUEZ. Estudiaba Bellas Artes. En aquella época (aproximadamente 1972 o 73) la vi en algunas ocasiones mas.
Después del golpe la vi cuando la llevaron detenida en compañía de su hermano (al que ubicaba por tener una discapacidad) y un muchacho de apariencia muy joven a las dependencias de la AGA.
Aprovecho de señalar que yo no suministre ni un dato que posibilitara la detención de esta señora o de la estructura donde militaba.
Ella señala que yo intente violarla o abusar de ella en la oficina del Coronel OTAÍZA. Dice que reconoce la oficina en cuestión por estar con un letrero o similar que así la identificaba. Esto no es cierto. La oficina en cuestión no tenía letrero identificatorio. Y este era un lugar donde concurrían con una alta frecuencia los oficiales que se desempeñaban en la SIFA.
De lo que sí puedo dar fe, es que ella fue interrogada y no me extrañaría que sufriera tortura por el hecho que era una antigua militante.
A la señora Carmen Gloria la vi varios días durmiendo en un sillón en el segundo piso. Más recientemente consultados por mí, varios miembros del MIR me han señalado que no se acuerdan de haberla visto en los calabozos del subterráneo del AGA.
También ella hace mención que durante su detención la llevaron a una pieza, entiendo que en el segundo piso del AGA, donde una persona que se identifica como Erwin Van Yurek le pregunta que necesidades domesticas tenia y ella le señala que ropa interior. Y que ella lo reconoce en la actualidad por una foto y lo inusual de su nombre.
Al respecto debo señalar que Erwin fue un militante del MIR, originalmente perteneciente a la célula del Liceo Manuel de Salas. A todos los militantes de esa célula yo los conocí muy bien y no he podido reconocer las fotos que me han presentado de este militante.
Me he enterado por fuentes abiertas que este militante, cuyo nombre político no es mencionado, cayó en un operativo de la DINA, el y otros miembros de su familia. El traspaso de prisioneros entre SIFA y DINA solo ocurrió en dos casos y después de presiones a nivel de los miembros de la Junta Militar. Fueron presos que la SIFA tuvo que entregarle a la DINA. Los casos fueron los de Gaspar y el Coño Alberto. Nunca tuve conocimiento de que un miembro del MIR fuera trasladado de la DINA a la SIFA.
Es falso que yo le haya dado información a CEVALLOS, respecto a la muerte del general Alberto BACHELET MARTINEZ, porque en ese tiempo no colaboraba con la FACH y estaba preso en la Cárcel Pública.
De igual forma, es falso, que haya participado en algún interrogatorio de miembros del MIR, ya que no era mi función. En los hechos yo actuaba como infiltrado en el MIR, esta función lógicamente no se compadece con la de interrogador.
El día que se realizo la detención de un miembro de la Fuerza Central, de nombre político Felipe o Márquez, coincidió que acompañaba a un subteniente a reparar un vehículo que se encontraba en malas condiciones y que me lo habían asignado. Nos encontrábamos al Sur de Avenida Matta cuando escuchamos disparos. Estos eran producto de dicho operativo. El auto definitivamente dejo de funcionar. Al área concurrieron miembros de la DINA. Dejamos el auto estacionado, nos bajamos, íbamos con uniforme; esto era para evitar que me reconocieran la gente de la DINA. En esa calle se encontraba um ayudista o militante del FER con el cual en una ocasión había compartido con Juancho en casa de aparentemente unos ayudistas. Como la persona me reconoce o yo presumí que me reconoce decidí detenerlo. Les dije a unos miembros de Investigaciones que allí se encontraban que lo llevaran al AGA. En otro vehículo de investigaciones yo me dirigí al mismo destino. No proporcione ningún dato que llevara a una identificación de su posición dentro del MIR o de las circunstancias en que nos habíamos conocido. No recuerdo su nombre, solo sé que fue uno de los querellantes en la causa contra la SIFA.
Sobre la estructura de la SIFA, dependencias que ocupaban, nombres y/o apodos de miembros de la misma, sus funciones, etcétera, solo puedo aportar impresiones e interpretaciones personales basadas en datos marginales.
La razón de esto es que siempre me tuvieron en un status especial, donde me mantenían compartimentado básicamente en los temas que yo tenía que ver solamente. Un ejemplo de ello fue que yo no fui adscrito a la FACH y solo portaba uniforme cuando me trasladaba de un lugar a otro en vehículo; generalmente acompañado de algún subteniente.
Sobre los aspectos organizacionales siempre me dio la impresión que carecía de una orgánica clara y definida. En ella resaltaban dos personas: el Coronel OTAÍZA y el Comandante de Grupo CEVALLOS. En la etapa de represión a miembros de la FACH tuvo preeminencia la figura de la FISCALIA. Esto dado que quisieron darle un marco legalista a dicha represión. Datos sobre esa época los desconozco. En general nunca escuche planteamientos sobre cómo fue realizada esa represión. Salvo algunos dichos de CEVALLOS de que no habían torturado al General BACHELETE; me señalo que no era concebible que subordinados torturaran a un superior de rango de General. Me dijo con un humor negro, característico en el, que tampoco estaba en condiciones de señalar que “al caballero se lo tratara con todas las consideraciones debidas”.
Después viene la etapa en que la SIFA entra a reprimir al MIR; en sus palabras a esta situación fue generada por la investigación realizada a personal de la FACH que indicó la relación existente entre dicho personal y el MIR.
CEVALLOS me señaló que un inicio no tenía idea de la orgánica, forma de trabajo clandestino y medios que poseía el MIR. En esa época me queda la impresión que la unidad que reprimía al MIR era precaria en orgánica, medios técnicos y recursos en general, y personal. Un ejemplo: todos los vehículos que utilizaban provenían de los decomisos hechos a militantes que habían sido detenidos.
En esta etapa es que entran a apoyarse en los subtenientes que componían la Compañía de Guardia del AGA. Estos aparentemente participan en los operativos de seguimiento (muy poco frecuentes), detención e interrogatorios. También realizaban labores de vigilancia de los detenidos.
Yo personalmente en muy contadas ocasiones vi conscriptos acompañando detenidos en los recintos del primer y segundo piso. También vi una cantidad indeterminada de civiles provenientes de Patria y Libertad y RN en labores de apoyo.
Nunca yo vi personalmente al General Mattey en el AGA. Si identifico a un oficial, si mal no recuerdo Comandante de Grupo de apellido Lavin como encargado de cuestiones logísticas del AGA y que no tenía relación de trabajo aparentemente con el grupo de OTAÍZA.
En la Fiscalía recuerdo a un oficial García, a otro de chapa Veloso y a un Comandante Cáceres.
No conocí otro recinto que utilizara la SIFA que no fuera el AGA en aquella época.
Los nombres verdaderos o las chapas de los subtenientes y los civiles en general no las recuerdo, salvo algunas excepciones como Wally, Trujillo, Fifo.
LEA ADEMAS:
LA CONFESION DE SCHNEIDER – EL BARBA
MARIA EUGENIA CAMUS
ASI INFORMO LA PRENSA
Este miércoles se conoció la muerte de Leonardo Alberto Schneider Jordan, “El Barba”, temible personaje que de militante del MIR se convirtió en traidor y colaborador activo de los aparatos represivos de la dictadura.
Schneider Jordan fue encontrado muerto en su domicilio, en la comuna de Vitacura, en Santiago. La causa de muerte habría sido un derrame cerebral con sangramiento, lo que dio lugar a especulaciones acerca de la verdadera causa de su deceso pues inicialmente se había dicho que lo encontraron con el cerebro reventado.
Sin embargo, las primeras apreciaciones policiales y de peritos señalan que se trataría de causas naturales. En todo caso, el SML realizó este miércoles la autopsia respectiva y entregará el resultado de la misma al fiscal que investiga el caso.
Sobre el oscuro pasado de este individuo han circulado diversas versiones. Algunas señalan que habría sido agente infiltrado de la Fuerza Aérea en el MIR desde mucho antes del golpe militar de 1973. Otras señalan que se convirtió en traidor luego del golpe. Lo cierto es que era militante del MIR desde 1970 aproximadamente y muy pronto llegó a formar parte de los grupos selectos de esa organización política. Integraba la llamada Fuerza Central del MIR y dentro de ella era parte del grupo de apoyo a la jefatura, es decir, gozaba de una posición de privilegio al momento del golpe militar.
Luego del golpe, fue detenido en alguna razia por no se sabe quienes ni donde, pero fue a parar al Estadio Nacional. De este centro de detención salió en libertad por no se sabe que sortilegios, pero aquello no era una situación tan extraña o anormal por esos días. No se sabe si es en este momento o en algún momento incierto posterior que comienza su trabajo con los aparatos de inteligencia de la dictadura.
Schneider reconocía que él no fue detenido sino que se entregó a la SIFA (Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea), específicamente “negociando” previamente por teléfono con Edgar Cevallos Jones, el jefe operativo del SIFA. Así habría comenzado su acción de traición, concretamente bajo las órdenes de Cevallos Jones, conocido como “Comandante Cabezas”, en las dependencias del AGA. Cevallos Jones no lo detiene sino que lo mantiene activo en las filas miristas que, por esos días, trataban de sobrevivir a la intensa represión que se desataba sobre ellos. Los fríos datos de la represión rebelan que “El Barba” provocó la detención, la tortura, y la muerte de decenas de miristas, particularmente de los componentes de la llamada Fuerza Central.
Vivía tranquila y cómodamente instalado en una casa dispuesta por la SIFA para su uso en Tomás Moro, vestía uniforme de la Fach y se hacía llamar Teniente Juan Pablo Velasco.
Son decenas también los detenidos, sobrevivientes del AGA, que conocieron de las andanzas del “Teniente Velasco”.
El punto culmine de su labor de espía fue la trampa que logró tenderle al jefe del aparato militar del MIR, José Bordás Paz, “Coño Molina”, en diciembre de 1974. El día 5 de ese mes, Bordás Paz concurrió a un encuentro programado con “El Barba” y, aunque percibió la emboscada y trató de escapar, fue mortalmente herido en la encerrona. Bordás Paz terminó de ser asesinado por sus captores el 7 de diciembre.
Posteriormente, cuando ya la SIFA había “agotado” sus posibilidades, desde mediados del 75 hasta fines del 76, “El Barba” prestó servicios a la DINA. Cumplió las mismas funciones bajo la tutela de Contreras, Morén Brito y Krasnoff en el campo de prisioneros, de tortura y de muerte que era la Villa Grimaldi.
Luego, a comienzos del 77, viajó a Israel como premio a sus servicios y residió allí por 20 años. Al regreso a Chile se instaló a vivir en el barrio de Vitacura y se desempeñaba en alguna función en Codelco. Ahora ha llegado el fin de sus oscuros y malditos días.
Medios entregan datos falsos sobre
la muerte del mirista traidor
Leonardo El Barba Schneider
Información del Servicio Médico Legal se entregó a la justicia y ésta la filtró a los medios vulnerando el derecho de la familia a tener antecedentes del caso con anticipación a la prensa.
Diversos medios  entregaron datos falsos respecto a la muerte, ocurrida este pasado martes, del ex Mirista Leonardo  “el barba” Schneider.  Éste es sindicado como responsable de la entrega a  los servicios de exterminio de Pinochet, de sus compañeros de la cúpula del MIR y de la “Fuerza Central” de la misma colectividad.
Se dijo, que  apareció muerto en su departamento. Que se habría desangrado por “destrozamiento de cráneo”.
DESMENTIDO
Carlos Contreras, ex dirigente del PS del sur de Chile,  y que convivió como compañero de departamento del fallecido “Barba” en los últimos seis meses por temas laborales, señaló:
“Si bien este ex mirista es causa de controversia por ser un informante, lo primero que tengo que decir es que yo lo encontré fallecido y soy testigo ocular del cadáver en nuestro departamento en Santa Isabel esquina con Tocornal, en la comuna de Santiago, NO en Vitacura como informan.
Además yo no lo encontré muerto con el cráneo destrozado ni con señales de violencia en él, ni de chapas forzadas, como dicen en el THE CLINIC, o que vivía con la puerta abierta a la espera de que alguien lo fuera a matar. Él vivió como una persona normal, preocupado de su trabajo y su vida como todos, si bien tenía conflictos internos, estoy seguro que su muerte se produjo por un accidente debido a su edad y estado de salud deteriorada.
Creo que se resbaló a la salida del baño, se golpeó y falleció. No encontré ninguna señal de violencia o de intervención de terceros en el departamento”, señala Contreras.
Además, indica que la información entregada por la agencia EFE no corresponde a la realidad debido a que: “Dicen que era un contratista del Cobre, pero él realizaba principalmente consultorías en medio ambiente. Que sus hijos y su familia estaba radicada en Estados Unidos, pero eso es falso porque ellos viven en Israel y Colombia”.
Por último, y  mientras se realiza este desmentido, el mismo Carlos Contreras recibía consultas por parte de la PDI sobre el deceso de Leonardo  “el barba” Schneider.
ClariNet

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PanoramaNews.cl

6 octubre, 2012

LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL “BARBA” SCHNEIDER, MIRISTA TRAIDOR QUE PUSO A LA CÚPULA DEL MIR EN LAS GARRAS DE PINOCHET

Este pasado martes 2 de octubre, fue encontrado muerto en su habitación el ex mirista Leonardo Schneider Jordán, acusado de colaborar con el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA) y la DINA en la cacería de las altas cúpulas de su partido, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). La noticia se difundió rápidamente por la prensa nacional, dejando detrás un velo de suspicacias sobre las causas de su fallecimiento.
En exclusiva para Panoramas News, Carlos Contreras, ex dirigente del PS del sur de Chile y que convivió como compañero de departamento del fallecido “Barba” en sus últimos seis meses de vida, reveló detalles de la vida de Schneider, y fue testigo ocular directo del hallazgo del cadáver de “El Barba”, tendido en el suelo de su pieza, con una toalla de baño en su cintura y con un gran mancha de sangre alrededor de él.

HISTORIA DE UNA TRAICIÓN

Carlos Contreras conoció a Schneider en 2009, cuando hacía su práctica profesional en la CONADI de La Araucanía y tuvo una muy buena impresión de él al instante. Si bien no era un tipo conversador y alegre, sus conocimientos de ingeniería de la “vieja escuela” de la Universidad de Chile, le inyectó aliento a una relación que de a poco se fundió en amistad. Cercano a los ideales del MIR, Contreras no supo que estaba frente al “Barba” hasta que un día inocentemente hizo una búsqueda de su nombre por Google, situación que lo dejó profundamente indignado y molesto. “Schneider no tuvo los pantalones bien puestos para decirme quién era”, señala Contreras. “Me sentía herido. Le entregué confianza, información personal. Él nunca me contó nada, a sabiendas de que yo era socialista.”
Con ansias de expresarle su molestia, Contreras decidió encarar al traidor del MIR y pedirle explicaciones. Schneider, a sabiendas que aquel momento llegaría, le dijo que se avergonzaba de lo que había hecho, que entendía su condición de traidor por la delación de sus compañeros miristas y que reconocía el dolor de las personas que perjudicó. “Estaba arrepentido”, enfatiza Contreras.
Ambos ingenieros comenzaron a relacionarse y a trabajar estrechamente, período durante el cual Contreras aprendió y consiguió muchos proyectos de ejecución en el área medioambiental junto a Schneider.
Así fue como el ex mirista y colaborador del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA), comenzó a contarle detalles de su vida.
“Me dijo que, después del 11 de septiembre de 1973, la SIFA detuvo a sus padres y lo puso entre la espada y la pared”, explica Contreras.
“Él sabía que había pasado algo en su domicilio, por lo que fue hasta allá, se pasó por la casa de atrás y encontró todo desparramado. Había un mensaje al lado del teléfono que decía ‘tenemos a tus padres’”.
Debido a la presión de los servicios de inteligencia, Schneider se entrega a la SIFA y decide colaborar con ellos ocupando su condición de “privilegiado”, ya que tenía llegada directa con la cúpula del MIR, Miguel Enríquez, Max Marambio, el “Coño Molina” y con sus compañeros de la llamada “Fuerza Central”. El trato es que él entrega datos para desarticular el movimiento y sus padres judíos deben ser enviados a Israel por seguridad. Una vez que sus padres son sacados de Chile, el ex mirista intenta desertar de su colaboración con la Fuerza Aérea, donde era conocido como el “Teniente Velasco”. Sin embargo, tiempo después, la DINA secuestra a su hermano, presionándolo nuevamente para ayudar al régimen de Augusto Pinochet. El ya había tomado el camino de la traición.
“Él niega haber torturado o violado a compañeras”, dice Contreras. “Dijo que en la DINA sólo estuvo como detenido, que fue uno más, que sí entrego gente”. Pero las denuncias en su contra en tribunales dicen otra cosa: Actuó como agente en interrogatorios, torturas y en violación a una mujer. Probablemente se hacía pasar por un compañero detenido y luego revelaba su verdadero rostro. El amigo de Schneider es preciso en aclarar que, en su discurso siempre dijo que si bien entregó gente, él era un detenido más y nunca varió ese tono. Salvo en un pequeño detalle, “sólo una vez dice que participó de una violación fallida a una mujer, lo que me causó sospecha, pero nunca más habló del tema y mantuvo siempre una versión”.
Otro detalle que Contreras recuerda de sus conversaciones con Schneider, es que el ex militante del partido de izquierda revolucionaria decía haber estado desilusionado del MIR. “Él siente, siendo miembro del aparato militar del partido, que estaban en completa desventaja de lo que se venía”, hace memoria Contreras. “El armamento que tenía el MIR era precario y más encima de la Segunda Guerra Mundial. Esa era la postura conflictiva que Schneider tenía con el MIR”. Sentía que Miguel Enríquez se comportaba como un irresponsable con el contexto histórico que les tocaba y que le “llenaba de caca la mente a sus compañeros” y que era inconsciente al empujar a las tomas en las fábricas que contravenían el camino socialdemócrata de Allende.
Cuando llega el 11 de septiembre, Schneider va a la casa de un compañero y sorpresivamente se encuentra con Miguel Enríquez y “El Coño Molina”, quienes brincaban abrazados y entusiasmados por “haber tenido razón” sobre el golpe militar. Según la versión del ex mirista, Schneider sintió extrañeza y les dijo que vendría una masacre y que no tenían razón para celebrar. “Él ya venía cuestionándose esta posición que quería tener el MIR, a sabiendas de que se venía el golpe”, explica Contreras. “Quizás no tenía una visión tan romántica como la de Miguel Enríquez”.

“ESTABA COMPLETAMENTE ATORMENTADO”

Leonardo “Barba” Schneider ha sido sindicado como el agente clave en la desarticulación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, habiendo entregado a la mayor parte del Comité Central de su partido.
Como uno de los más odiados traidores del MIR y de la izquierda chilena, Schneider deja Chile a mitad de los setenta con rumbo a Israel, para reencontrarse con su familia. Sin embargo, tras la instalación de los gobiernos de la Concertación en los noventa, decide regresar a su país solo.
“Siempre sintió que necesitaba cerrar el círculo abierto que había dejado y por eso volvió a Chile”. “Quería sacarse la carga. Aunque en Israel era feliz con su familia, su traición siempre estuvo presente y esa carga inevitablemente lo atrajo a Chile”.
Contreras describe a Schneider como un tipo tranquilo, adicto a la pipa, de bajo perfil y de un vivir humilde, pese a ganar un buen sueldo como ingeniero civil hidráulico. “Nunca recibió una “funa” porque no tenía el estereotipo de agente de la dictadura, por ser un profesional universitario, de algún modo se libraba de ser un “perro” torturador, además su bajo perfil aparte de ser innato en él, lo cuidaba y practicaba diariamente”.
En los últimos años, el “Barba” empezó a presentar una condición médica deteriorada, ya que sufría de arritmia e hipertensión. Juntos arrendaban un departamento ubicado en Santiago, en la calle Santa Isabel, esquina con Tocornal, al cual Carlos Contreras se fue a vivir luego de que relegara su antigua casa a uno de sus familiares. “Me sorprendía porque a pesar de sus arritmias, tenía una polola de 27 años, que no mostraba mucho, y fumaba mucha pipa. Nunca fue al doctor, pese a los comentarios que le hice en varias ocasiones, en tono de broma y en serio como dos compañeros de departamento”.
Sólo seis meses alcanzó a vivir con Schneider, enfatiza este joven militante del PS de 33 años. “Existía confianza para hablar de los temas que se pusieran en la mesa”, señala. “Él siempre tenía trabajo que hacer. Sufría sus achaques por la arritmia, pasaba pegado al computador, salía a sus reuniones de trabajo. Hace casi dos semanas que había asistido al tribunal por la acusación de intento de violación que se le imputa”.
Pese a las advertencias de Contreras, el “Barba” no trataba sus problemas médicos, acentuados por la edad de 61 años que tenía encima.
Antes del fatídico hallazgo del cadáver en su habitación, Contreras no notó nada extraño en el ex mirista, más allá de un extraño episodio ocurrido el pasado 11 de septiembre de 2012, mientras acompañaba a Schneider en el departamento.
“Ese día fue ver a un león encerrado en una reja de dos por dos”, confiesa Contreras. “Tuvo un 11 de septiembre muy vívido. Se paraba, se movía, miraba el ventanal con la vista perdida, prendía su pipa, miraba el reloj y hablaba de lo que había hecho a esa hora en 1973.
Estaba completamente atormentado. Para mí no fue agradable tenerlo al frente, porque podía volverse loco o irse en contra mía. Quizás reaccionó así, porque en un día como ese comenzó todo su calvario.
Hablaba sólo y estuvo hasta altas horas de la noche como desesperado, recordando su vida y parecía que luchaba con sus demonios internos”.
Después de ese episodio, todo volvió a la tranquilidad, al diálogo y la conversación. “El último tiempo, yo le insistí muchas veces que empezara a escribir un libro, que contara su verdad y que si tenía que tirarle mierda a alguien, que lo hiciera”, expresa Contreras. “Él siempre se negó, al punto que una vez me dijo que si él decidía hablar en un libro o en una entrevista, iba a tirar mierda a gente que está muerta y que hoy son personas probablemente idolatradas por otras, como Miguel Enríquez. Me dijo que no se prestaba para eso.”
“FUE UNA MUERTE IDIOTA Y ESTÚPIDA”
La última vez que Contreras habló con Schneider fue el pasado viernes 28 de septiembre, cerca de las 6 de la tarde. Cuando pasó por el departamento para despedirse y avisarle que pasaría el fin de semana afuera, se le veía trabajando bien.
Ya de regreso el martes por la mañana, Carlos Contreras llegó al departamento abrió la puerta con sus llaves y dejó su bolso en el suelo del living. Todas las cosas estaban en su lugar, agrega, y no había indicios de ninguna chapa forzada o signos de violencia que indicaran algo extraño. La sorpresa se la llevó al entrar a la habitación de Schneider, cuya puerta se encontraba entreabierta. Allí encontró el cadáver, tirado en el suelo, al costado de un charco de sangre oscura ya coagulada. “El Barba” estaba desnudo, con la toalla puesta, a casi veinte centímetros de su celular también en el piso.
“Lo mataron”, fue el primer pensamiento de Carlos que inmediatamente salió del departamento, en estado de shock. No quiso tocar nada más, ni acercarse a apreciar el cuerpo de su amigo. Bajó a la recepción, conectó su celular a la corriente para recuperar la batería y llamó a Carabineros. Aprovechó de preguntar a los conserjes si Schneider había llegado con alguien durante el fin de semana, pero no existían registros de visita alguna, la novia del “Barba” estaba en Valdivia.
Al tiempo llegó un cabo y un sargento de Carabineros, quienes llamaron al SIP para iniciar los peritajes correspondientes. En un primer sondeo, la institución policial descartó a Contreras la actuación de terceros. Según la tesis inicial, la muerte se habría producido luego de que Schneider saliera del baño, se tropezara y se golpeara la cabeza, sufriendo un colapso nervioso. El testigo ocular asume que la sangre salió de su boca y de sus fosas nasales, y que no había rastro de que su cráneo estuviese “destrozado” como se informó a través de la agencia EFE y en distintos medios de comunicación.
“La muerte que tuvo fue una muerte idiota y estúpida”, expresa Contreras. “Yo pensaba que iba a morir en su ley: morir donde se vio nacer, como mirista, o apedreado, por su traición”.
Al cierre de esta edición, la información del Servicio Médico Legal entregaba en primera instancia la causa del deceso relacionado a un derrame cerebral que hizo que este solitario hombre de 61 años y de 110 kilos de peso, se desplomara sin remedio emanando sangre de su boca y orificios nasales, desencadenándose una muerte solitaria que lo dejó tirado en el suelo alrededor de dos días. Sus hijos que están en Colombia y en Israel ya arriban a Chile para retirar el cadáver del SML. El “barba”, el traidor de su causa que terminó sintiendo compasión por él y compasión por quienes había entregado para ser muertos y ejecutados, deja en esta tierra gente que lo odia y lo desprecia y otros que lo lloran y lo estiman, mientras la muerte a quien le firmó un cheque en blanco el 11 de septiembre de 1973, lo liberó del tormento de su vida en esta tierra


1 comentario:

  1. Lo más increible que en el mismo edificio vivía un torturado en el Norte,quén al enterarse de este deceso solo dijo ohh yo no sabía.

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