Ernesto Carmona*
A casi tres décadas de
los crímenes de Concepción, Los Ángeles y Valdivia, la Corte de Apelaciones
todavía “no ha lugar” a las demandas de auto-procesamiento por asociación
ilícita de los autores y jefes de la CNI presentadas por familiares de 7
víctimas de asesinatos premeditados y alevosos disfrazados por TVN y la prensa
como resultado de “enfrentamientos” que nunca existieron. Un equipo de TVN, a
cargo del periodista policial Esteban Montero, “cubrió” en exclusiva los
“enfrentamientos”, obtuvo “información privilegiada” –pero inventada– e hizo
despachos “en vivo” que irritaron a los verdaderos periodistas del sur del país,
a quienes la Central Nacional de Informaciones (CNI) les impidió el acceso y
cobertura.
“Azul 1 pase a canal 2: El
sujeto no puede llegar vivo al hospital”. La orden explícita de matar al
detenido y herido Nelson Adrián Herrera Riveros, de 31 años, fue impartida por
radio, pasadas las 16:30 horas del jueves 23 de agosto de 1984, por el entonces
coronel de ejército Marcos Derpich Miranda, jefe nacional de la División
Regionales de la CNI, destacado en esos días en Concepción, 512 km al sur de
Santiago.
El suboficial de carabineros
José Abel Aravena Ruiz declaró –a fojas 5.230 de la causa– que recibió esa
instrucción de matar por la frecuencia más confidencial –el canal 2– cuando aún
se hallaba a escasos metros de la locación donde minutos antes abatieron a Mario
Octavio Lagos Rodríguez, 34 años, acompañante de Herrera, a quien capturó herido
pero vivo.
Los CNIs abrieron fuego en
cuanto los dos jóvenes descendieron, desarmados y con los brazos en alto, desde
un pequeño autobús –llamado “taxibús”– interceptado en mitad de la calle por
vehículos de la CNI y carabineros.
El doble asesinato a la luz del día causó estupor entre el
público que circulaba por la “Vega Monumental”, un populoso sector comercial de
Concepción. Eran las 16:30 horas del 23 de agosto de 1984 y al mediodía ya
habían comenzado dos jornadas de frías ejecuciones de dirigentes del Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (MIR), planificadas durante meses por la CNI, la
“Operación Alfa Carbón 1”. La
secuencia criminal incluyó 3 asesinatos en Concepción, 1 en Los Ángeles y 3 en
Valdivia. La prensa local y nacional disfrazó todas las ejecuciones como
“extremistas muertos en enfrentamientos”.
EJECUCIONES SIMULTÁNEAS Y SORPRESIVAS
En reuniones
previas en Concepción, la todopoderosa CNI de la dictadura militar y civil
decidió quiénes morirían y quiénes sobrevivirían –como detenidos–, de acuerdo a
una programación meticulosa de la Operación Alfa Carbón 1. Lo esencial del plan
criminal fueron la sorpresa y la simultaneidad, para destruir toda la red sur
del MIR, según un cronograma alevoso y premeditado. La rapidez y la sorpresa
eran la clave del plan.
La primera
jornada de exterminio comenzó exactamente a las 12:45 del 23 de agosto 1984,
con la ejecución de Luciano Humberto
Aedo Arias (30 años) mientras caminaba por una calle de Hualpencillo, suburbio
de Concepción. Entre los numerosos testigos de este asesinato –todavía impune,
como los demás– estuvo presente el periodista Esteban Montero y su equipo de
TVN. Las imágenes captadas y su relato personal en el noticiario “60 minutos”
adornaron la historia falsa del "enfrentamiento".
Para las 16:30 se programó
que morirían Nelson Adrián Herrera Riveros y Mario Octavio Lagos Rodríguez, tras
seguir el taxibús de recorrido en que viajaban desde el vecino puerto de
Talcahuano. Al fin del día 23, a las 18.00 horas, los CNI dieron término en Los
Ángeles a la vida de Mario Ernesto Mujica Barros (32), a quien vigilaban en su
domicilio en esa localidad, 121 km al sur de Concepción y 527 de
Santiago.
En Valdivia, 850 km al sur
de Santiago y 435 de Concepción, a las 17.30 horas de la misma jornada
detuvieron y ejecutaron a Rogelio Humberto Tapia de la Puente (31) y Raúl Jaime
Barrientos Matamala (24), en otro “enfrentamiento” escenificado en el sector
puente Estancilla del camino Valdivia-Niebla. TVN mostró fotografías de un
vehículo acribillado en la locación del asesinato de los dos
prisioneros.
Y en Santiago
sur, sector Ochagavía, ese mismo 23 de agosto 1984, la CNI dio muerte a
Julio César Oliva Villalobos (38) y
Roberto Homero González Lizama (37), en otra
operación de exterminio contra el Partido Comunista (PC). La CNI y la prensa
fabricaron la misma historia del “enfrentamiento”: fueron abatidos mientras
“asaltaban una armería”.
Al día siguiente, y de nuevo
en Valdivia, a las 16.30 horas la CNI ejecutó a Juan José Boncompte Andreu (31)
en su domicilio de Rubén Darío Nº 643 y detuvo a su compañera, Inés Díaz
Vallejos.
Para practicar estos
asesinatos, la CNI trasladó desde Santiago al sur 60 efectivos, según declaran
los imputados en la causa. Sumados a los agentes civiles locales más los
refuerzos de Carabineros, completaron más de un centenar de exterminadores
comandados en terreno por el oficial de ejército Álvaro Corvalán Castilla, hoy
preso por numerosos otros crímenes. Además de cometer 7 asesinatos, en
diferentes operaciones del 23 y 24 de agosto en Concepción, Los Ángeles, Temuco
y Valdivia detuvieron a 19 personas, incluida una menor de 4 años, que venían
vigilando desde comienzos de 1984.
COLABORACIÓN DE TVN EN FABRICACIÓN DE
“ENFRENTAMIENTOS”
Todas las
acciones de Alfa Carbón 1 fueron cubiertas in situ por un equipo de
Televisión Nacional de Chile (TVN), a cargo del reportero policial Esteban
Montero, quien viajó desde Santiago confundido entre el personal de la CNI para
“cubrir en exclusiva” los “enfrentamientos”. Los CNIs incluso bloquearon el
acceso de los periodistas locales en los lugares donde representaron la farsa
del “enfrentamiento” ante una macabra escenografía de cadáveres aún frescos.
Los
“reportajes” de Montero se transmitían por TVN el mismo día de los
“enfrentamientos”, de preferencia en el noticiario “60 minutos”.
Hugo
Dolmestch, hoy ministro vocero de la Corte Suprema, la llamó "la Operación
Albania del Sur", en alusión al nombre en clave de las ejecuciones de la
“Matanza de Corpus Christi”, en que la CNI dio muerte a 12 miembros del Frente
Patriótico Manuel Rodríguez (Partido Comunista), el 15 y 16 de junio de 1987,
también bajo el mando del mismo Corvalán Castilla. Faltaba un año para el
plebiscito de 1988, pero la dictadura militar-civil de Pinochet estaba
empecinada en "limpiar" el país creyendo que el electorado le daría el "Sí" para
otros 10 años.
MINISTRO
ALDANA: “NO HA LUGAR”
A casi 30 años
de esta cadena de asesinatos, los 13 hijos de las 7 víctimas, sus viudas y demás
familiares sobrevivientes continúan demandando justicia. Pero el ministro
Carlos Aldana Fuentes, de la Corte de
Apelaciones de Concepción, continúa respondiendo “No ha lugar” a las sucesivas
peticiones de autoprocesamiento por “asociación ilícita y homicidio calificado”
de 21 miembros de la CNI, incluido el ex subdirector del organismo Hugo Salas
Wenzel, presentadas por las abogadas Magdalena Garcés, en representación de las
familias, y Patricia Parra, del Programa de Derechos Humanos de esa ciudad.
El quehacer de la justicia y
sus servicios auxiliares de policía han sido poco eficientes en esta causa
radicada en Concepción, a diferencia de otros crímenes igualmente emblemáticos
procesados por ministros de cortes de la capital. Sólo hay dos procesados por
“asociación ilícita y homicidio calificado”, los jefes Marcos Spiros Derpich
Miranda y Álvaro Julio Federico Corbalán Castilla. Otros 13 CNIs están
encausados por homicidio.
La última decisión del
ministro Aldana se conoció en diciembre de 2012. Para estos días se espera la
respuesta de la apelación al “no ha lugar” interpuesta ante la Corte local en
abril 2013. Los familiares de las víctimas bregan por convencer a la justicia
que la “asociación ilícita” incluyó a todos los agentes que actuaron en los
operativos de Alfa Carbón 1.
VÍCTIMAS
DE ALFA CARBÓN 1
Ejecuciones en Concepción
(512 km de Santiago), jueves 23 de agosto 1984:
• 12.45 hrs.: Luciano
Humberto Aedo Arias (30 años), en Hualpencillo y ante numerosos testigos,
incluido el periodista Esteban Montero y su equipo de TVN, que registró los
hechos pero en el noticiario relató la historia falsa del
"enfrentamiento".
• 16.30 hrs.: Mario Octavio
Lagos Rodríguez (34) y Nelson Adrián Herrera Riveros (31), asesinados frente a
la Vega Monumental ante numerosos testigos.
Ejecución en Los Ángeles
(527 km de Santiago), jueves 23 de agosto, 1984:
• 18.00 hrs.: Mario Ernesto
Mujica Barros (32), ejecutado en su domicilio, Población Orompello, calle
Bombero Carlos Vichreister Nº 841.
Ejecuciones en Valdivia
(850 km de Santiago), jueves 23 de agosto, 1984:
• 17.30 hrs.: Rogelio
Humberto Tapia de la Puente (31) y Raúl Jaime Barrientos Matamala (24),
asesinados en un “enfrentamiento” fabricado.
Valdivia, viernes 24 de
agosto 1984:
• 16.30 hrs.: Juan José
Boncompte Andreu (31), asesinado en su domicilio de Rubén Darío Nº 643 y
detenida su compañera Inés Díaz Vallejos.
Ejecuciones en Santiago,
jueves 23 de agosto:
• En otra operación de
exterminio, la CNI asesinó en Santiago sur, sector Ochagavía, a Julio César
Oliva Villalobos (38) y Roberto Homero González Lizama (37), militantes del
Partido Comunista.
9 Detenciones en
Concepción, en operaciones del 23 de agosto:
• Ignacio Vidaurrázaga
Manríquez
• Alejandro Bernstein
Rodget
• Patricia Zalaquet Daher,
detenida a la misma hora en que era asesinado su compañero Nelson Herrera, en el
centro de la ciudad
• Javiera Herrera Zalaquet,
de 4 años, hija de Nelson Herrera y Patricia Zalaquett, recluida en
instalaciones de carabineros
• María Soledad Aránguiz
Ruz
• María Isolina Arroyo
Soto
• Miguel Barriga
Gutiérrez
• Lidia Barra
Pérez
• Mónica Martínez Barra
2 detenidos en Los
Ángeles
• María Cristina Chacaltana
Pizarro
• Edgardo Cid
Escobar
2 detenidos en
Temuco
• José Luis
Railaf
• Mercedes Cayupe
6 Detenidos en
Valdivia:
• Manuel Barrientos
Matamala
• Lucía Inés Díaz Vallejos
(embarazada de 6 meses)
• Jorge Burgos
Saavedra
• Mario Uribe
Ampuero
• José Catripay
Jaramillo
• Roswitha Guantzalp
De las 19 personas detenidas
el 23 y 24 de agosto de 1984 en el sur del país, 16 fueron puestas a disposición
de la fiscalía. Hubo otras detenciones de corta duración que no fueron
informadas por las autoridades, ni denunciadas por las víctimas.
EL YO
ACUSO DE MONSEÑOR SANTOS
El Arzobispo de Concepción,
monseñor Manuel Santos, reaccionó con valentía, mientras los medios imponían el
libreto del "enfrentamiento", y el 28 de agosto solicitó a la Corte de
Apelaciones de esa ciudad que un "ministro en visita" investigara los homicidios
de Concepción y Los Angeles, a cargo de la justicia militar. El 10 de
septiembre, la Corte local respondió "no ha lugar". El Arzobispo suspendió el
Tedeum del 18 de septiembre en señal de protesta y se dirigió a Santiago, donde
se entrevistó con el Presidente de la Corte Suprema, Rafael Retamal López. En su
escrito a la Suprema señaló que resultaba grave fundamentar el "no ha lugar"
aduciendo "que los hechos denunciados no son materia de los tribunales
ordinarios". Según El Mercurio del 29 de agosto de 1984, "...el prelado explicó
que el que la Corte resolviera que el caso debiera ser entregado a los
tribunales extraordinarios, que son los de las Fuerzas Armadas, era 'suponer que
los autores del crimen son militares, lo cual es grave y desconcertante'".
Aclaró que la incompetencia sólo podría darse si se supiera que en los hechos
hay miembros de las FFAA. "Evidentemente, ahí sería de competencia militar, pero
es lo que hay que averiguar".
Juan Jorge Faúndez, de la Revista Cauce, con el
título "El yo acuso de Monseñor Santos", publicó un resumen de los hechos y las
opiniones del prelado opuestas a la versión oficial. "Yo estoy haciendo una
acusación", dijo el Arzobispo, quien no vaciló en calificar los hechos como "un
crimen... (…) Yo pido la investigación. (…) En el escrito no se personifica a
ningún autor de delito. Entonces, quiere decir que ellos [se refiere a la Corte
de Apelaciones de Concepción] resuelven que el asunto no era de la competencia
de los tribunales ordinarios), suponen o saben más que nosotros. Que la Corte
resuelva esto es suponer que los autores del crimen son militares" (Revista
Cauce Año 1 Nº 21, 3/9 de septiembre 1984).
(Continuará)
*) Ernesto
Carmona, periodista y escritor chileno
(Fuente:
Mapocho
Press)